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Playas para todos los gustos en San Antonio Este

Recorrida por las arenas cercanas al Puerto. Opciones a ambos lados del muelle y las preferidas de los residentes.

Disfrutar preservando. Ésa parece ser la consigna que suena cada vez más fuerte este verano, que, con el marco inusual que impone la pandemia, puso en primer plano playas y lugares que, hasta hace poco, no tenían tanta concurrencia de público.

De un blanco fulgurante, que hace que el mar parezca de un azul más profundo. O decoradas por una hilera de embarcaciones que se recortan gráciles del cielo que se despliega detrás. Así son las playas del Puerto San Antonio Este, que en cada uno de sus rincones guarda lugares para conocer y disfrutar. Para llegar a esta pequeña villa pesquera hay que atravesar los 65 km por Ruta 3 que la separan de Las Grutas. Sin embargo, antes del ingreso al destino se ubica el primer espacio para descubrir. Se trata del balneario Las conchillas, que al atravesar uno de los recodos de la ruta sorprende con su belleza deslumbrante.

Es que aquí el dorado de la arena está cubierto por un colchón de blanquísimas valvas de moluscos, que fueron erosionándose a través del tiempo, adquiriendo la delicadeza y palidez de piezas de porcelana, que crujen al recibir el peso de las pisadas.

Igual de blancas son las dunas que se descienden a la playa, hasta encontrarse con la lengua de arena y con el agua que va y viene en un derroche de espuma. Otras estrellas del paisaje son las olas. Al llegar a la costa, la rompiente levanta las conchillas, que al depositarse nuevamente vibran con un sonido de cristales rompiéndose. Esa música, única e irrepetible, sólo se escucha en estas playas.

Aunque con esta postal se cubren todas las expectativas, el paseo continúa, porque tras el ingreso al Puerto hay mucho para ver. Entre las opciones están los balnearios que se extienden a ambos lados del muelle. Hacia un sector, se ubican playas que culminan en Punta Villarino, donde existe un apostadero de lobos marinos. Los animalitos, que están custodiados por guardas ambientales, pueden ser visitados si se toma la precaución de respetar la distancia aconsejable, para que formen parte de una de las bellas postales con las que se recordará la visita.

Los amantes de las fotografías tampoco podrán resistirse a la tentación de capturar imágenes de los inmensos buques mercantes que en esta época pueblan el muelle. Llegan para la zafra de fruta, para recibir en sus bodegas las frutas del Valle de la Provincia, que trasladarán a distintos países.ㅤㅤ

En recorrido hacia el este del puerto se llega a Punta Perdices, que ya quedó bautizada como “el caribe patagónico”, se convirtieron en un boom desde el año pasado, y siguen congregando a muchísima gente.

¿Pero qué es lo que está poniendo en riesgo este paraíso?  El nudo del conflicto es que carece de servicios y de reglas claras para que el disfrute se dé resguardando el entorno. Y, sin este ordenamiento, no todos los visitantes tienen presente cuál debería ser el comportamiento adecuado para no afectarlo. ㅤㅤ

La última propuesta, permitirá llevarse puestos los sabores y colores del lugar. Es que en ningún punto del Golfo San Matías se come como en esta pintoresca aldea, que alberga los restaurantes y paradores con las mejores y más variadas cartas de pescados y mariscos. Por eso, tomarse el tiempo necesario para almorzar, cenar o picar algo, es casi una obligación para los que quieran conocer a fondo la zona.

Rio Negro

Fotos por: Romina Velázquez

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